Recordando PERÚ!

Tal vez, pocos de nosotros recordemos cómo era el Perú hace veinte o treinta años, pues en esa época nuestro principal objetivo era pintar las paredes de la casa o jugar con nuestros amigos. Sin embargo, no nos percatábamos de que nuestros padres nos defendían de los abundantes amigos de lo ajeno y por la falta de cuidado en los buses, de las inmensas capas de humo.

Antes esto, lo que se quiere demostrar en este ensayo es que nuestras malas costumbres no han cambiado mucho, por el contrario, se han mejorado y generado nuevas. Por lo cual, se comprobará en base a la relación que he tenido con el Perú a lo largo de estos años y resaltando, además, los aspectos negativos.

Es muy probable que, alguna vez, al empezar el día, nos hayamos topado con los famosos “Cobradores” (personas que se encargan de pedir el pasaje dentro del vehículo en el cual se movilizan), los cuales han logrado perfeccionar su lenguaje a tal modo que ya no es necesario, si quiera, abrir los labios. Una de las palabras que hace honor a esta teoría es “apéguese”, la cual es una manera económica, lingüísticamente hablando, de pedirle al pasajero que haga espacio en el vehículo para que otras personas puedan entrar; o, quien no a escuchado la palabra “asaje asajee” mientras el cobrador, que nada tiene que envidiarle a los acróbatas del circo du soleil, se contornea dentro del diminuto espacio y que, por si fuera poco, a la vez, realiza un sincronizado sonido producto de los “asajes”.


Otro problema latente, sobre todo en lima, es la falta de baños públicos que muy sabiamente los peruanos hemos sabido resolver: orinando en la calle. Esta acción ha traído consigo, evidentemente, que las calles luzcan mucho más sucias y mal olientes. Pero lo peor de todo es que esto sucede, con mayor frecuencia, en el centro de lima, lugar al cual acuden miles de turistas para apreciar la arquitectura de la lima antigua. Así pues, llevándose una pésima idea de la cultura que tenemos los peruanos.

Pero como los peruanos también tenemos derecho a divertirnos acudimos continuamente a los diversos tipos de locales que existen: Pubs-Criollos, discotecas (para personas jóvenes, adultas y modernas.), Karaoke, entre otros. A este punto, es inevitable dejar de nombrar a los “carretilleros”, quienes son fáciles de ubicar a la salida de estos locales; y, se pasean a vista y siniestra de nuestro amigo inseparable “el serenazgo”.Estos carretilleros buscan, la mayor de las veces, saciar nuestra sed o el deseo de fumar un cigarro. Por otro lado, estos personajes, talvez, sean los más afortunados de todo el Perú, ya que están exonerados de pagar cualquier tipo de impuesto: Impuesto a la Renta e I.G.V, por ejemplo. Todo esto gracias a la glorificada palabra “Ilegalidad”.

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